
22.02.09 - JUAN LUIS TAPIA. IDEAL de GRANADA.
«Pedimos que Alcalá de Henares devuelva a Granada los libros nazaríes que se llevó Cisneros»
«Granada se abre de humo y olvido», es una de las frases con la que el cardenal Cisneros comentaba a los Reyes Católicos la quema en la Plaza de Bib-Rambla de la biblioteca nazarí; aunque no todo se puso al fuego. De los miles de volúmenes de tratados coránicos y científicos, traducciones de los filósofos clásicos así como de los más altos versos nazaríes escritos en ochocientos años, Cisneros salvó unos cuarenta títulos de Medicina, que envió a Alcalá de Henares, donde aún hoy permanecen. La Asociación Granada Abierta por la Tolerancia organizó un acto en recuerdo del cuatrocientos aniversario de la expulsión de los moriscos, que convirtieron «en una fiesta del plurilingüismo», según comentó el coordinador de este colectivo, Francisco Vigueras.
«Éste es un homenaje al libro y a la cultura», añadió Vigueras, quien reclamó «la devolución de los libros que Cisneros se llevó a Alcalá de Henares, a lo que el municipio madrileño se ha negado». «Lo que pretendemos -añadió- es reivindicar y recuperar nuestra memoria escrita».
Con el acto celebrado en la Plaza de Bib-Rambla, en el mismo escenario de la destrucción de gran parte de la cultura nazarí, lo que pretendieron fue «apagar la hoguera de la intolerancia».
Francisco Vigueras recordó que más de 5.000 términos del castellano proceden del árabe, «de ahí que hayamos querido convertir este acto en un encuentro entre las dos lenguas».
El encuentro se produjo a través de una lectura colectiva de poemas por parte de alumnos del Departamento de Lengua y Literatura Árabe de la Universidad de Granada. Los estudiantes intercambiaron sus lenguas; los árabes leyeron en español, mientras que los españoles lo hicieron en árabe.
Esta lectura comenzó con los versos del palestino Mahmud Darwish, el más grande de los poetas árabes contemporáneos, recientemente desaparecido y al que se le quiso recordar en este encuentro del 'plurilingüismo'. 'Oración', uno de los mejores poemas de Luis García Montero, el que dedicara al 'no a la guerra', también fue leído y constituye una protesta contra la intolerancia, los conflictos bélicos y todo tipo de integrismos.
'Balada del que nunca fue a Granada', el conocido poema de Rafael Alberti donde expone su queja por la muerte de García Lorca y herido no quiere ir a Granada, sonó en árabe. Poetas iraquíes y andalusíes siguieron desfilando por una lectura que se alargó por mucho más tiempo de lo programado. La profesora del Departamento de Lengua y Literatura Árabe Maribel Lázaro eligió un poema de José Manuel Caballero Bonald, el titulado 'Contrahistoria', «porque refleja muy bien un sentimiento y pensamiento de lo que ocurrió en otros tiempos y está contra el exterminio, el fanatismo religioso, el exilio y las guerras inútiles».
Estilo garnatí
La arabista Manuela Cortés dio la sorpresa en esta lectura arábigoandalusí al leer un poema inédito morisco, que recuperara un monje franciscano en el Norte de África, zona en las que se establecieron los expulsados andalusíes.
El cantautor marroquí Kamal Al-Nawawi protagonizó otro de los momentos más emotivos de este encuentro al recitar unos versos al más puro estilo 'garnatí', una tradición que perdura en la actualidad. A la treintena de personas allí congregadas la voz de Al-Nawawi las transportó en el tiempo a ese pasado al que se le rendía homenaje, a esa cultura que Cisneros mandó a la hoguera.
Ibrahim López, del Consejo de la Mezquita, se refirió a un proyecto para ubicar una biblioteca en la plaza granadina, que recordara el atentado cultural del cardenal Cisneros, «pero el Ayuntamiento se ha negado», indicó. López deseó que todos los años por estas fechas «esta plaza debería convertirse en el centro de las lenguas de todo el mundo». El acto fue cerrado con las actuaciones de Mustafá Akalay, quien recitó poemas en árabe, y por un romance de ciego a cargo de Javier Tárraga. La voz de Al-Nawawi, una vez más, puso el broche de oro.