La Unión de organizaciones islámicas en Europa acaba de anunciar la creación de un organismo encargado de seguir las prácticas de carácter discriminatorio que sufren algunos de los musulmanes que viven en Occidente, y publicar informes periódicos sobre su situación en esta zona del planeta, donde el Islam es una religión minoritaria.
Chakib Ben Makhlouf, presidente de esta nueva organización, ha declarado a Al Yazzira que “el asunto del asesinato de la egipcia Marwa Cherbini, a principios de Julio en Alemania, ha activado la puesta en marcha de esta estructura que tendrá representaciones en todos los países europeos y que seguirá muy de cerca el impacto de las orientaciones de extrema derecha sobre la exacerbación del odio contra los musulmanes”.
Este nuevo organismo funcionará a partir de otoño, dentro de unos tres meses, y publicará su primer informe a finales de este año.
Chakib Ben Makhlouf reconoce que ha habido una falta de reacción por parte de la Unión de las Organizaciones Islámicas, de cara a este acto horrible, debido a una “falta de elementos de información sobre el hecho, así como a la disimulación de los hechos por las autoridades y medios de comunicación alemanes”.
Para Ben Makhlouf, este asesinato indica la “amplificación de actos de violencia material y verbal y de las campañas de odio hacia los musulmanes en algunos países europeos”, como consecuencia de un “extremismo que expresan algunas personalidades públicas de forma totalmente irresponsable” en actos electorales, así como ciertos medios de comunicación.
Las tentativas de asentar el miedo hacia la llamada “islamización de Europa”, constituyen un trampolín para ciertos partidos europeos para recoger votos. Según indicó el presidente de la Unión de Organizaciones Islámicas de Europa, algunos partidos incluso han quemado ejemplares del Corán, lo que va en contra de los valores europeos por la diversidad religiosa, étnica y cultural.
Esta Unión de Organizaciones Islámicas de Europa se fundó hace 20 años, en 1989 y su sede está en Bruselas, el corazón político y diplomático de la Unión Europea. Además de su sede central, posee 1000 representaciones en 30 países europeos, encargados de vigilar los intereses de los cerca de 50 millones de musulmanes que viven en la actualidad en Europa.
PTZ
31 jul 2009
Experto asegura que la expulsión de los moriscos fue una limpieza étnica
Trevor J. Dadson, catedrático de Estudios Hispánicos, Queen Mary, Universidad de Londres, describe la situación que vivían los moriscos
31/07/09- Autor: Vélez Blanco - Fuente: teleprensa
Trevor J. Dadson. La cuarta jornada del curso de verano de la Universidad de Almería, La música en tiempos de los moriscos. Las expulsiones de una minoría, y el VIII Festival de música renacentista y barroca que se desarrolla en Vélez Blanco ha comenzado esta mañana con el catedrático de Estudios Hispánicos, Queen Mary, Universidad de Londres. Trevor J. Dadson, que ha participado esta mañana en el taller de historia, donde ha impartido la conferencia, Los moriscos que no salieron y los que volvieron. Sus estudios y aportaciones son reconocidos internacionalmente. El es uno de los expertos que mantiene que “querían arrasar totalmente un pueblo y su cultura, no queda duda de que fue una decisión de limpieza étnica”.
Conocedor de multitud de fondos históricos, en sus investigaciones ha averiguado que los edictos de expulsión “contemplaban desde el principio que unos cuantos se pudiesen quedar. Los niños hasta cierta edad podían quedarse, las moriscas casadas y sus hijos con cristianos viejos podían quedarse, los moriscos que eran curas o monjas, no tenían que probar que eran moriscos de verdad. Con el paso de tiempo se fue ampliando por presiones de los grupos de poder los grupos que podían permanecer”.
En algunas zonas “el 40% de los moriscos del lugar quedan excluídos de la expulsión, como el valle de Ricote en Murcia, entre enfermos, impedidos, curas y monjes, mujeres y niños”.
Como algunos logran permanecer en sus pueblos sin ser expulsados, entonces es “más fácil para ellos volver porque en el pueblo casi cualquier morisco tiene un familiar, así saben que pueden volver a pueblos que ya tienen contingentes de moriscos, como ocurrió en el Campo de Calatrava donde volvieron tres veces”.
En su intervención ha subrayado que los moriscos de las zonas de Castilla la nueva, Extremadura y parte norte de Andalucía, cuando salen los bandos de expulsión “pensaron que no les iba a afectar, porque se veían como españoles, llevaban siglos viviendo allí. Cayó como una bomba cuando tuvieron que salir. Empezaron a hacer solicitudes para quedarse”.
Trevor J. Dadson ha tenido acceso a solicitudes que aún se conservan, y en las que aparecen datos curiosos con narraciones muy personales, como por ejemplo, el de una morisca que dice “no tengo hijos ni estoy en edad de tener. Dejaba claro que no iba a tener descendencia. Los moriscos eran conscientes de los móviles de la expulsión”.
Al leer estas historias, “sentí una enorme tristeza, porque saben que se trata de una limpieza étnica”. Es más, este catedrático ha estudiado bandos de expulsión del Duque de Lerma en los que llega a decir que “las tierras de España tienen que quedar completamente limpias para que no quede memoria de ellos”.
Una de las estrategias que buscaron para no tener que salir fue casarse con cristianos viejos. “Iban de pueblo en pueblo. En Villarubia se constata como subió el número de matrimonios en la época de la expulsión. Reunían a todas las moriscas para casarlas con cristianos viejos. El cura está casando continuamente, vienen en grupos familiares, y el número de matrimonios sube, pero no sube el número de bautismos, tarda bastante en recuperarse, con lo cual se desconoce si se casaron de verdad o no”, es decir, si se quedaron en uniones matrimoniales de conveniencia.
En Vélez Rubio “los moriscos eran el 40% del pueblo, si son expulsados ese pueblo muere, se extingue porque era casi la mitad del pueblo”. Los artífices de la primera expulsión “reconocieron después que habían vuelto todos. Los primeros volvieron andando de Francia, durante la noche, por caminos secundarios, y para finales de año, ya habían vuelto la mayor parte, en algunos municipios como Villarubia”.
Entre ellos se ayudaban. “Los escondían en las sierras y les llevaban comida. Los metían en sus casas. Cuando compraban los bienes que les obligaban a vender se los devolvían después”.
Sobre las razones de la expulsión, coincide con otros expertos en que no hay “nada exacto de cúando, dónde, cómo y por qué. En los papeles hasta ahora no ha salido. Es algo inexplicable muy difícil de entender. La secuencia de expulsión duró entre cinco o seis años. Los que vuelven se mezclan con los que salen, se hizo un lío tremendo”.
Por último, recordó el caso de un soldado de origen morisco que ayudaba a sus compatriotas a retornar. Uno de los moriscos que había sido expulsado afirmaba “nuestra querida patria”.
31/07/09- Autor: Vélez Blanco - Fuente: teleprensa
Trevor J. Dadson. La cuarta jornada del curso de verano de la Universidad de Almería, La música en tiempos de los moriscos. Las expulsiones de una minoría, y el VIII Festival de música renacentista y barroca que se desarrolla en Vélez Blanco ha comenzado esta mañana con el catedrático de Estudios Hispánicos, Queen Mary, Universidad de Londres. Trevor J. Dadson, que ha participado esta mañana en el taller de historia, donde ha impartido la conferencia, Los moriscos que no salieron y los que volvieron. Sus estudios y aportaciones son reconocidos internacionalmente. El es uno de los expertos que mantiene que “querían arrasar totalmente un pueblo y su cultura, no queda duda de que fue una decisión de limpieza étnica”.
Conocedor de multitud de fondos históricos, en sus investigaciones ha averiguado que los edictos de expulsión “contemplaban desde el principio que unos cuantos se pudiesen quedar. Los niños hasta cierta edad podían quedarse, las moriscas casadas y sus hijos con cristianos viejos podían quedarse, los moriscos que eran curas o monjas, no tenían que probar que eran moriscos de verdad. Con el paso de tiempo se fue ampliando por presiones de los grupos de poder los grupos que podían permanecer”.
En algunas zonas “el 40% de los moriscos del lugar quedan excluídos de la expulsión, como el valle de Ricote en Murcia, entre enfermos, impedidos, curas y monjes, mujeres y niños”.
Como algunos logran permanecer en sus pueblos sin ser expulsados, entonces es “más fácil para ellos volver porque en el pueblo casi cualquier morisco tiene un familiar, así saben que pueden volver a pueblos que ya tienen contingentes de moriscos, como ocurrió en el Campo de Calatrava donde volvieron tres veces”.
En su intervención ha subrayado que los moriscos de las zonas de Castilla la nueva, Extremadura y parte norte de Andalucía, cuando salen los bandos de expulsión “pensaron que no les iba a afectar, porque se veían como españoles, llevaban siglos viviendo allí. Cayó como una bomba cuando tuvieron que salir. Empezaron a hacer solicitudes para quedarse”.
Trevor J. Dadson ha tenido acceso a solicitudes que aún se conservan, y en las que aparecen datos curiosos con narraciones muy personales, como por ejemplo, el de una morisca que dice “no tengo hijos ni estoy en edad de tener. Dejaba claro que no iba a tener descendencia. Los moriscos eran conscientes de los móviles de la expulsión”.
Al leer estas historias, “sentí una enorme tristeza, porque saben que se trata de una limpieza étnica”. Es más, este catedrático ha estudiado bandos de expulsión del Duque de Lerma en los que llega a decir que “las tierras de España tienen que quedar completamente limpias para que no quede memoria de ellos”.
Una de las estrategias que buscaron para no tener que salir fue casarse con cristianos viejos. “Iban de pueblo en pueblo. En Villarubia se constata como subió el número de matrimonios en la época de la expulsión. Reunían a todas las moriscas para casarlas con cristianos viejos. El cura está casando continuamente, vienen en grupos familiares, y el número de matrimonios sube, pero no sube el número de bautismos, tarda bastante en recuperarse, con lo cual se desconoce si se casaron de verdad o no”, es decir, si se quedaron en uniones matrimoniales de conveniencia.
En Vélez Rubio “los moriscos eran el 40% del pueblo, si son expulsados ese pueblo muere, se extingue porque era casi la mitad del pueblo”. Los artífices de la primera expulsión “reconocieron después que habían vuelto todos. Los primeros volvieron andando de Francia, durante la noche, por caminos secundarios, y para finales de año, ya habían vuelto la mayor parte, en algunos municipios como Villarubia”.
Entre ellos se ayudaban. “Los escondían en las sierras y les llevaban comida. Los metían en sus casas. Cuando compraban los bienes que les obligaban a vender se los devolvían después”.
Sobre las razones de la expulsión, coincide con otros expertos en que no hay “nada exacto de cúando, dónde, cómo y por qué. En los papeles hasta ahora no ha salido. Es algo inexplicable muy difícil de entender. La secuencia de expulsión duró entre cinco o seis años. Los que vuelven se mezclan con los que salen, se hizo un lío tremendo”.
Por último, recordó el caso de un soldado de origen morisco que ayudaba a sus compatriotas a retornar. Uno de los moriscos que había sido expulsado afirmaba “nuestra querida patria”.
28 jul 2009
Destruyen el Canal de S. Juán (que data de la época musulmana), en la Vega de Granada.
En estos días en los que buena parte los habitantes del Área Metropolitana de Granada disfrutan de unas merecidas vacaciones, a medio camino entre Granada y Santa Fe, se está destruyendo un tramo de unos 400 m. del Canal de San Juan. Ëste junto a otros canales de la vega, tales como el de Isabel, el de los Ojos, las Madres del Rao, el de San José, etc. han configurado desde época musulmana el regadío de la vega de Granada. Son excavaciones en el terreno de trazado rectilíneo, direccionalidad este – oeste (la misma que el río Genil), varios centenares de metros de longitud, entre 20 y 30 m. de ancho y unos 10 y 15 de profundidad, que conducen el agua de los manantiales hasta las acequias que riegan las vegas. A lo largo del tiempo han sido el soporte de bosques galería de especies diversas entre las que se pueden mencionar al olmo, al fresno, las mimbres, la cañavera, junquera, zarzal, álamo negro, álamo blanco, pino carrasco, pino piñonero, taraje, etc.; En estos lugares encuentran refugio y lugar de nidificación muchas especies de aves (paloma torcaz, tórtola, ruiseñor común, ruiseñor bastardo, etc.) y mamíferos (zorro, tejón, conejo, etc.); Es decir, con el paso del tiempo se han conformado ecosistemas complejos, en forma de corredores verdes, de interés general que debemos preservar de cualquier agresión. A parte de la importancia ecológica y para la distribución de agua que poseen estos enclaves podemos señalar otros aspectos de interés: actúan como cortavientos, son refugio para fauna auxiliar de la agricultura, nos ayudan a leer el paisaje y a entender nuestra historia, son lugares perfectos para el esparcimiento y para llevar a cabo paseos por la vega y, convenientemente, recuperados se constituirían en un importante reclamo turístico, son un recurso para el desarrollo sostenible.
La intervención realizada por maquinaria pesada esta provocando un impacto consistente en la destrucción de toda la vegetación o bosque galería existente (incluso han sido talados fresnos añosos de gran porte), conllevando, todo esto, la desaparición del ecosistema preexistente, es decir, desaparece un tramo de este enclave que sirve de refugio, dormidero, lugar de nidificación, etc., de muchas especies de aves y mamíferos. Supone además la alteración importante de este elemento patrimonial que pertenece a los pueblos de la vega. Todo apunta a que los causantes de este destrozo son los trabajos de realización de la 2ª Circunvalación en pleno corazón de la vega de Granada.
Por todo lo anterior, desde AUCA y otros colectivos sociales queremos informar a la sociedad de todo lo que está aconteciendo. Además, hemos puesto en conocimiento del SEPRONA y de la Consejería de Medio Ambiente, estos hechos y les hemos solicitado que actúen de oficio, incluso, si procede, paralizando las obras, pues es obligación de todos/as preservar el legado cultural y ambiental que posee la vega de Granada para el uso y disfrute por parte de la sociedad actual y de las generaciones futuras.
Miguel A. Molinero Ramos es Presidente de la Asociación de Voluntariado Ambiental de Santa Fe, AUCA / Miembro de Salvemos la Vega / Miembro de la Plataforma en Defensa del Territorio de Santa Fe)
La intervención realizada por maquinaria pesada esta provocando un impacto consistente en la destrucción de toda la vegetación o bosque galería existente (incluso han sido talados fresnos añosos de gran porte), conllevando, todo esto, la desaparición del ecosistema preexistente, es decir, desaparece un tramo de este enclave que sirve de refugio, dormidero, lugar de nidificación, etc., de muchas especies de aves y mamíferos. Supone además la alteración importante de este elemento patrimonial que pertenece a los pueblos de la vega. Todo apunta a que los causantes de este destrozo son los trabajos de realización de la 2ª Circunvalación en pleno corazón de la vega de Granada.
Por todo lo anterior, desde AUCA y otros colectivos sociales queremos informar a la sociedad de todo lo que está aconteciendo. Además, hemos puesto en conocimiento del SEPRONA y de la Consejería de Medio Ambiente, estos hechos y les hemos solicitado que actúen de oficio, incluso, si procede, paralizando las obras, pues es obligación de todos/as preservar el legado cultural y ambiental que posee la vega de Granada para el uso y disfrute por parte de la sociedad actual y de las generaciones futuras.
Miguel A. Molinero Ramos es Presidente de la Asociación de Voluntariado Ambiental de Santa Fe, AUCA / Miembro de Salvemos la Vega / Miembro de la Plataforma en Defensa del Territorio de Santa Fe)
26 jul 2009
Andaluz, del reino de Granada (en conmemoración de su Milenario)
Al definirnos como andaluces, lo hacemos conscientes de lo que significa en sí mismo y en su proyección universal
27/01/09 - Autor: José Manuel Navarro Llena - Fuente: ideal.es
En 1987, J. A. Bardem desveló, con un discurso valiente, en 'Lorca, muerte de un poeta' la biografía del escritor granadino que trascendió la literatura andaluza y que se autodefinía como 'Andaluz, del Reino de Granada'. A los 'granaínos' de entonces esta definición pudo parecernos atrevida pues estábamos acostumbrados a usar más el gentilicio de español aunque en 1980 hubiéramos confirmado la aspiración a tener estatuto de autonomía y reconocido un tímido sentimiento andalucista. Desde entonces, hemos construido nuestra realidad histórica, nos hemos despojado del sentido de identidad subyugada y hemos creado la que ahora sentimos como consecuencia de nacer y vivir en esta tierra y de convivir con personas procedentes de otras regiones, otros países y otras culturas.
Al definirnos como andaluces, lo hacemos conscientes de lo que significa en sí mismo y en su proyección universal opuesta a los nacionalismos excluyentes y al sentido egocéntrico de otras identidades. Ser andaluz implica conocer nuestro pasado y tener sentido de identidad y pertenencia a un colectivo de personas que nos hemos caracterizado por soñar nuestro futuro y por vivir cada día aprehendiendo del entorno todo aquello que nos ha resultado útil para, precisamente, vivir. Esto nos ha supuesto un crecimiento constante a partir de nuestras raíces, una adaptación a los cambios impuestos y un sentido humanista e integrador de lo foráneo que nos ha valido para entregar al mundo filósofos, escritores, pintores, astrónomos, matemáticos, médicos , hasta emperadores de Roma y presidentes de gobierno. Estas líneas pretenden validar la historia de este pueblo a través de la invitación a su conocimiento crítico para evidenciar el sentido de orgullo que hemos de tener como andaluces reclamando la parte del pasado que nos fue expropiada y entregada al cosmos de lo indefinido y lo metafórico. Especialmente el período conocido 'oficialmente como islámico' (711-1492) que ha sido vinculado a lo extranjero. Igualmente, el relativo a Tartessos y al período prerromano asociados a lo mitológico, y al que ocupó Medina Elvira y sostuvo el primer concilio cristiano en el s.IV que lo fueron a lo fortuito. Así, el pasado nunca fue nuestro.
Fenicio, romano, visigodo, árabe , son gentilicios que han anclado a nuestra mente colectiva para despojarnos de ascendencia, aunque cantemos en nuestro himno que «a los hombres alma de hombres les dimos». Esta paradoja ha provocado que durante años nos hayan contado que no hemos sido protagonistas de nuestra historia ni de nuestro destino, sino espectadores conducidos, masacrados o exiliados.
Como ilustración valga la referencia al proyecto de grabación de la película en torno a la figura de Boabdil por parte de Antonio Banderas. Los artículos que ha suscitado se han centrado en el tratamiento épico, crepuscular, o 'hollywoodiense' que tendrá la historia del 'Desdichado', 'el Fruto Coronado', pero en todos los discursos aparecen los apelativos del árabe, del rey moro destronado por los Reyes Católicos. Reflexionemos: Boabdil (Muhammad XI) pertenecía a la dinastía Banu Nasr (nazaríes) iniciada en 1238 por al-Ahmar ibn Nasr, (Muhammad I), quien nació en 1194 en Arjona, donde ya vivía su familia, proveniente de la taifa de Zaragoza, desde 1118. Es decir, al menos veinte generaciones nacieron y murieron en tierras andaluzas en un período de casi cuatro siglos, prueba suficiente para demostrar su vínculo con Andalucía. Por tanto, ¿cómo es posible que escuchemos sin asombro la denominación de 'árabe' para Boabdil y todos sus predecesores y para los habitantes de la ciudad en la que se practicaban las tres religiones del Libro? ¿Acaso nacieron en Arabia o en Mauritania para llamarles árabes o moros? La contestación no puede ser porque hablaban árabe, pues la lengua que popularmente se practicaba era el romance y el aljamiado. Tampoco porque eran islámicos porque coexistieron tres religiones que conformaron una sola Cultura que se adelantó al Renacimiento europeo cuatros siglos. Tampoco porque en 711 hubiera una invasión, exterminio de los habitantes autóctonos y repoblación posterior por ejércitos norteafricanos, porque de haber sido así hubiera quedado rastro en la dotación cromosómica mitocondrial (los estudios de genética de poblaciones de E. Bosch et al concluyen que los amplios intercambios culturales producidos entre el norte de África y la península Ibérica no conllevaron grandes intercambios de individuos).
La historia ha sido revisada por autores como Américo Castro, Ignacio Olagüe y, más recientemente, Juan Vernet y Emilio González Ferrín, quienes han puesto de manifiesto con un profundo análisis historiográfico que se han de desestimar «rancias interpretaciones partidistas» para conocer lo que al Andalus supuso a nivel de las ideas y la cultura en el mundo. Alguien habrá que cuestione o no considere a estos lingüistas e historiadores, pero quizá si atienda a otros como Ortega y Gasset, quien afirmó que el pueblo andaluz es el más viejo del Mediterráneo y que, antes de que se produjera el influjo de Oriente sobre Occidente, hubo una importante corriente cultural desde Andalucía hacia el frontal de Libia y el interior de Oriente.
Los romanos promovieron la entrada de una corriente cultural grecolatina importante cuando ya existía un substrato cultivado y soportado por una población acostumbrada a escribir sus leyes en verso. Europa luego se impregnó de la cultura griega y latina a través de al Andalus y de su influjo sobre las artes y las ciencias, lo que, según Goytisolo, provocó que los andaluces, y los españoles en general, seamos europeos por llevar al Andalus en las venas a pesar de que la península se partiera en dos para impulsar dos peregrinaciones: una hacia Santiago y otra hacia la Meca, hecho que provocó la ideologización de la religión.
Es loable que Antonio Banderas quiera dirigir una película sobre Boabdil, pero 'el granadino' o 'el andaluz', no 'el árabe' pues así ayuda a mantener la confusión y a seguir dando al orbe árabe argumentos para pensar que Andalucía fue de su propiedad y que, con ello, puedan justificar el reclamo figurado del personaje y sus ancestros. Con todo el respeto y el reconocimiento para lo que el mundo árabe aportó a la historia y al nacimiento de la civilización mediterránea en y desde el Oriente Fértil, permítannos que nos sintamos deudores de ellos en la misma medida que lo estemos de griegos, fenicios, romanos..., incluso godos, pero también que seamos poseedores de nuestro propio pasado afirmando que Boabdil, y todos los que habitaron lo que desde siglos antes se conoció como Spania, eran andaluces. Ahora, con la celebración del Milenio del Reino de Granada, el Presidente del Consorcio del Milenio, David Aguilar, tiene el gran reto de organizar y gestionar los actos del 2013 logrando importantes mejoras en materia de infraestructuras, servicios y marca cultural y turística, y de hacer también que se muestre la historia con una visión más objetiva y de recuperación de nuestras memoria e identidad perdidas.
Recuerde el Sr. Aguilar las palabras del también médico, además de historiador y montañero, Fidel Fernández Martínez: «El desconocimiento [de los siglos medios] es todavía mayor respecto a los andaluces, cuyas glorias y proezas parecen condenadas al más completo olvido, por no ocuparse de ellas los historiadores deslumbrados por la epopeya triunfadora de Asturias, Navarra y Aragón". Es pues el momento de reintegrar a los andaluces sus propias glorias y proezas.
27/01/09 - Autor: José Manuel Navarro Llena - Fuente: ideal.es
En 1987, J. A. Bardem desveló, con un discurso valiente, en 'Lorca, muerte de un poeta' la biografía del escritor granadino que trascendió la literatura andaluza y que se autodefinía como 'Andaluz, del Reino de Granada'. A los 'granaínos' de entonces esta definición pudo parecernos atrevida pues estábamos acostumbrados a usar más el gentilicio de español aunque en 1980 hubiéramos confirmado la aspiración a tener estatuto de autonomía y reconocido un tímido sentimiento andalucista. Desde entonces, hemos construido nuestra realidad histórica, nos hemos despojado del sentido de identidad subyugada y hemos creado la que ahora sentimos como consecuencia de nacer y vivir en esta tierra y de convivir con personas procedentes de otras regiones, otros países y otras culturas.
Al definirnos como andaluces, lo hacemos conscientes de lo que significa en sí mismo y en su proyección universal opuesta a los nacionalismos excluyentes y al sentido egocéntrico de otras identidades. Ser andaluz implica conocer nuestro pasado y tener sentido de identidad y pertenencia a un colectivo de personas que nos hemos caracterizado por soñar nuestro futuro y por vivir cada día aprehendiendo del entorno todo aquello que nos ha resultado útil para, precisamente, vivir. Esto nos ha supuesto un crecimiento constante a partir de nuestras raíces, una adaptación a los cambios impuestos y un sentido humanista e integrador de lo foráneo que nos ha valido para entregar al mundo filósofos, escritores, pintores, astrónomos, matemáticos, médicos , hasta emperadores de Roma y presidentes de gobierno. Estas líneas pretenden validar la historia de este pueblo a través de la invitación a su conocimiento crítico para evidenciar el sentido de orgullo que hemos de tener como andaluces reclamando la parte del pasado que nos fue expropiada y entregada al cosmos de lo indefinido y lo metafórico. Especialmente el período conocido 'oficialmente como islámico' (711-1492) que ha sido vinculado a lo extranjero. Igualmente, el relativo a Tartessos y al período prerromano asociados a lo mitológico, y al que ocupó Medina Elvira y sostuvo el primer concilio cristiano en el s.IV que lo fueron a lo fortuito. Así, el pasado nunca fue nuestro.
Fenicio, romano, visigodo, árabe , son gentilicios que han anclado a nuestra mente colectiva para despojarnos de ascendencia, aunque cantemos en nuestro himno que «a los hombres alma de hombres les dimos». Esta paradoja ha provocado que durante años nos hayan contado que no hemos sido protagonistas de nuestra historia ni de nuestro destino, sino espectadores conducidos, masacrados o exiliados.
Como ilustración valga la referencia al proyecto de grabación de la película en torno a la figura de Boabdil por parte de Antonio Banderas. Los artículos que ha suscitado se han centrado en el tratamiento épico, crepuscular, o 'hollywoodiense' que tendrá la historia del 'Desdichado', 'el Fruto Coronado', pero en todos los discursos aparecen los apelativos del árabe, del rey moro destronado por los Reyes Católicos. Reflexionemos: Boabdil (Muhammad XI) pertenecía a la dinastía Banu Nasr (nazaríes) iniciada en 1238 por al-Ahmar ibn Nasr, (Muhammad I), quien nació en 1194 en Arjona, donde ya vivía su familia, proveniente de la taifa de Zaragoza, desde 1118. Es decir, al menos veinte generaciones nacieron y murieron en tierras andaluzas en un período de casi cuatro siglos, prueba suficiente para demostrar su vínculo con Andalucía. Por tanto, ¿cómo es posible que escuchemos sin asombro la denominación de 'árabe' para Boabdil y todos sus predecesores y para los habitantes de la ciudad en la que se practicaban las tres religiones del Libro? ¿Acaso nacieron en Arabia o en Mauritania para llamarles árabes o moros? La contestación no puede ser porque hablaban árabe, pues la lengua que popularmente se practicaba era el romance y el aljamiado. Tampoco porque eran islámicos porque coexistieron tres religiones que conformaron una sola Cultura que se adelantó al Renacimiento europeo cuatros siglos. Tampoco porque en 711 hubiera una invasión, exterminio de los habitantes autóctonos y repoblación posterior por ejércitos norteafricanos, porque de haber sido así hubiera quedado rastro en la dotación cromosómica mitocondrial (los estudios de genética de poblaciones de E. Bosch et al concluyen que los amplios intercambios culturales producidos entre el norte de África y la península Ibérica no conllevaron grandes intercambios de individuos).
La historia ha sido revisada por autores como Américo Castro, Ignacio Olagüe y, más recientemente, Juan Vernet y Emilio González Ferrín, quienes han puesto de manifiesto con un profundo análisis historiográfico que se han de desestimar «rancias interpretaciones partidistas» para conocer lo que al Andalus supuso a nivel de las ideas y la cultura en el mundo. Alguien habrá que cuestione o no considere a estos lingüistas e historiadores, pero quizá si atienda a otros como Ortega y Gasset, quien afirmó que el pueblo andaluz es el más viejo del Mediterráneo y que, antes de que se produjera el influjo de Oriente sobre Occidente, hubo una importante corriente cultural desde Andalucía hacia el frontal de Libia y el interior de Oriente.
Los romanos promovieron la entrada de una corriente cultural grecolatina importante cuando ya existía un substrato cultivado y soportado por una población acostumbrada a escribir sus leyes en verso. Europa luego se impregnó de la cultura griega y latina a través de al Andalus y de su influjo sobre las artes y las ciencias, lo que, según Goytisolo, provocó que los andaluces, y los españoles en general, seamos europeos por llevar al Andalus en las venas a pesar de que la península se partiera en dos para impulsar dos peregrinaciones: una hacia Santiago y otra hacia la Meca, hecho que provocó la ideologización de la religión.
Es loable que Antonio Banderas quiera dirigir una película sobre Boabdil, pero 'el granadino' o 'el andaluz', no 'el árabe' pues así ayuda a mantener la confusión y a seguir dando al orbe árabe argumentos para pensar que Andalucía fue de su propiedad y que, con ello, puedan justificar el reclamo figurado del personaje y sus ancestros. Con todo el respeto y el reconocimiento para lo que el mundo árabe aportó a la historia y al nacimiento de la civilización mediterránea en y desde el Oriente Fértil, permítannos que nos sintamos deudores de ellos en la misma medida que lo estemos de griegos, fenicios, romanos..., incluso godos, pero también que seamos poseedores de nuestro propio pasado afirmando que Boabdil, y todos los que habitaron lo que desde siglos antes se conoció como Spania, eran andaluces. Ahora, con la celebración del Milenio del Reino de Granada, el Presidente del Consorcio del Milenio, David Aguilar, tiene el gran reto de organizar y gestionar los actos del 2013 logrando importantes mejoras en materia de infraestructuras, servicios y marca cultural y turística, y de hacer también que se muestre la historia con una visión más objetiva y de recuperación de nuestras memoria e identidad perdidas.
Recuerde el Sr. Aguilar las palabras del también médico, además de historiador y montañero, Fidel Fernández Martínez: «El desconocimiento [de los siglos medios] es todavía mayor respecto a los andaluces, cuyas glorias y proezas parecen condenadas al más completo olvido, por no ocuparse de ellas los historiadores deslumbrados por la epopeya triunfadora de Asturias, Navarra y Aragón". Es pues el momento de reintegrar a los andaluces sus propias glorias y proezas.
CORTOS AL AIRE pasea el cine por los parques y plazas de Granada
Programación mes de Julio:
Día
21 - Campo del Príncipe ( barrio del Realejo)
22 - Plaza Nueva
23 - Paseo de los Tristes
28 - Explanada Plaza de Toros
29 - Joaquina Eguarás (junto al Alcampo)
30 - Casería de Montijo
**horario: 22.30h
"Cortos al Aire" es un ciclo audiovisual que pretende hacer cercano el cortometraje social a la gente de la calle con una programación que normalmente no tiene divulgación en los circuitos convencionales.
Mediante este proyecto la asociación Akiba se marca un claro objetivo: sensibilizar y provocar la toma de conciencia de la población en general, a través de la proyección de cortometrajes y piezas audiovisuales de carácter social. Las proyecciones tratan de diversas temáticas y promueven la ruptura de tópicos y el conocimiento mas profundo de ciertos factores estructurales en los que se basan las discriminaciones, las desigualdades y las injusticias sociales.
Se realiza en plazas y parques de Granada durante el mes de Julio retomándose en la última semana de Agosto y en el mes de Septiembre. La programación, como hemos puntualizado, está basada en la proyección de cortos con temáticas sociales, algunos de los que se presentaron a la Muestra Tikinó 2009 y ediciones pasadas.
"Cortos al aire" es un espacio al aire libre donde, a través del lenguaje de la imagen, podemos crear un ambiente de reflexión sobre las causas de la pobreza, las injusticias y la exclusión que por distintos motivos afecta a tantas personas en este mundo.
Cine a pie de calle y para todos.
Día
21 - Campo del Príncipe ( barrio del Realejo)
22 - Plaza Nueva
23 - Paseo de los Tristes
28 - Explanada Plaza de Toros
29 - Joaquina Eguarás (junto al Alcampo)
30 - Casería de Montijo
**horario: 22.30h
"Cortos al Aire" es un ciclo audiovisual que pretende hacer cercano el cortometraje social a la gente de la calle con una programación que normalmente no tiene divulgación en los circuitos convencionales.
Mediante este proyecto la asociación Akiba se marca un claro objetivo: sensibilizar y provocar la toma de conciencia de la población en general, a través de la proyección de cortometrajes y piezas audiovisuales de carácter social. Las proyecciones tratan de diversas temáticas y promueven la ruptura de tópicos y el conocimiento mas profundo de ciertos factores estructurales en los que se basan las discriminaciones, las desigualdades y las injusticias sociales.
Se realiza en plazas y parques de Granada durante el mes de Julio retomándose en la última semana de Agosto y en el mes de Septiembre. La programación, como hemos puntualizado, está basada en la proyección de cortos con temáticas sociales, algunos de los que se presentaron a la Muestra Tikinó 2009 y ediciones pasadas.
"Cortos al aire" es un espacio al aire libre donde, a través del lenguaje de la imagen, podemos crear un ambiente de reflexión sobre las causas de la pobreza, las injusticias y la exclusión que por distintos motivos afecta a tantas personas en este mundo.
Cine a pie de calle y para todos.
23 jul 2009
Intervención católica en la Mezquita
Eclipse sobre la Mezquita Azul de Estambul, Turquía.
El mihrab de la Mezquita de Córdoba apunta al sur.
23/07/09 - Autor: Antonio Manuel - Fuente: paralelo36
Esta semana pasó por Córdoba la caravana de “Ruta Ibérica Caja Duero”, compuesta por 150 estudiantes de bachillerato españoles, marroquíes y portugueses; coordinada por el que fuera corresponsal de RTVE Agustín Remesal; difundida por la 2, Radio 5 y Al Jazeera; apoyada por intelectuales como Saramago; y apadrinada por el Rey de España, el Rey de Marruecos y el presidente de la República portuguesa. Los organizadores la han dedicado en esta ocasión a la “gesta de los moriscos ibéricos” con motivo del 400 aniversario de su expulsión. Yo los recibí la tarde del miércoles en el Alcázar de los Reyes Cristianos, antigua cárcel inquisitorial. Les hablé de la huella morisca que aún sigue viva. Del trauma que padecieron los que se fueron. Y los que se quedaron.
Al día siguiente la expedición visitó uno de los monumentos más importantes de la Historia de la Humanidad, la Mezquita-Catedral de Córdoba, propiedad privada del Cabildo. En el patio de los naranjos, el guía (de nombre Rafael) les hizo una recreación pedagógica de la llamada del almuédano. Entonces llegó uno de seguridad también llamado Rafael, y les impidió continuar con el pretexto de estar prohibida cualquier manifestación religiosa ajena al catolicismo. De nada sirvieron las explicaciones de los organizadores. No. Fuera. Todos quedaron sorprendidos. Quizá fue verdad en otro tiempo el mito de la convivencia entre religiones. Hoy no. Ésa ha sido la única lección que aprendieron los chicos y la imagen que difundirán de una ciudad que aspira a ser capital cultural europea en 2016 enarbolando la bandera de la interculturalidad. En el folleto que les entregaron no aparece la palabra Mezquita en la portada sino “intervención islámica en la Catedral”.
Una vez soñé que durante el cerco bereber de Zawi a la ciudad de Córdoba, los andalusíes se comían las ratas y a sí mismos. Así durante semanas. Hasta que los muertos de hambre llegaron a contemplar a San Rafael presagiar el final de Al-Ándalus. El arcángel cristiano, judío y musulmán. El arcángel aljamiado de Lorca. El Israfil que anunciará el juicio final para unos y otros. Los que quieren flores de vino y los que saltos de media luna. Un solo pez en el agua que a las dos Córdobas junta. Fue entonces cuando entraron las milicias africanas que ya habían devastado Medina Azahara. Pero los cordobeses, en lugar de humillarse ante el invasor, celebraron la conquista como una liberación de sus estómagos y marcharon a las afueras de la muralla a por comida. Tras la toma católica de la ciudad, la Iglesia declaró a San Acisclo Patrón y mártir de Córdoba. Sin embargo, el pueblo prefirió honrar como santo oficioso a San Rafael. El arcángel sincrético. Y por eso cada año los cordobeses conmemoran su presagio saliendo de perol, simulando inconscientemente la pascua del cordero, como si acabase de terminar un sitio de siglos.
El mihrab de muchas mezquitas andalusíes no está en qibla. No apunta a la Meca. Suele estar orientado hacia oriente. Hacia la salida del sol. Como enseña Cossío para las plazas de toros. Sin embargo, el mihrab de la Mezquita de Córdoba apunta al sur. Y en la perpendicular se ubica el altar de la Catedral cristiana que okupa sus tripas. Ambos monumentos marcan la ordenada y la abscisa del eje axial para el creyente ecuménico. Apuntan al ombligo sentimental del paradigma andalusí. Y una manada de ciegos sigue sin darse cuenta.
El mihrab de la Mezquita de Córdoba apunta al sur.
23/07/09 - Autor: Antonio Manuel - Fuente: paralelo36
Esta semana pasó por Córdoba la caravana de “Ruta Ibérica Caja Duero”, compuesta por 150 estudiantes de bachillerato españoles, marroquíes y portugueses; coordinada por el que fuera corresponsal de RTVE Agustín Remesal; difundida por la 2, Radio 5 y Al Jazeera; apoyada por intelectuales como Saramago; y apadrinada por el Rey de España, el Rey de Marruecos y el presidente de la República portuguesa. Los organizadores la han dedicado en esta ocasión a la “gesta de los moriscos ibéricos” con motivo del 400 aniversario de su expulsión. Yo los recibí la tarde del miércoles en el Alcázar de los Reyes Cristianos, antigua cárcel inquisitorial. Les hablé de la huella morisca que aún sigue viva. Del trauma que padecieron los que se fueron. Y los que se quedaron.
Al día siguiente la expedición visitó uno de los monumentos más importantes de la Historia de la Humanidad, la Mezquita-Catedral de Córdoba, propiedad privada del Cabildo. En el patio de los naranjos, el guía (de nombre Rafael) les hizo una recreación pedagógica de la llamada del almuédano. Entonces llegó uno de seguridad también llamado Rafael, y les impidió continuar con el pretexto de estar prohibida cualquier manifestación religiosa ajena al catolicismo. De nada sirvieron las explicaciones de los organizadores. No. Fuera. Todos quedaron sorprendidos. Quizá fue verdad en otro tiempo el mito de la convivencia entre religiones. Hoy no. Ésa ha sido la única lección que aprendieron los chicos y la imagen que difundirán de una ciudad que aspira a ser capital cultural europea en 2016 enarbolando la bandera de la interculturalidad. En el folleto que les entregaron no aparece la palabra Mezquita en la portada sino “intervención islámica en la Catedral”.
Una vez soñé que durante el cerco bereber de Zawi a la ciudad de Córdoba, los andalusíes se comían las ratas y a sí mismos. Así durante semanas. Hasta que los muertos de hambre llegaron a contemplar a San Rafael presagiar el final de Al-Ándalus. El arcángel cristiano, judío y musulmán. El arcángel aljamiado de Lorca. El Israfil que anunciará el juicio final para unos y otros. Los que quieren flores de vino y los que saltos de media luna. Un solo pez en el agua que a las dos Córdobas junta. Fue entonces cuando entraron las milicias africanas que ya habían devastado Medina Azahara. Pero los cordobeses, en lugar de humillarse ante el invasor, celebraron la conquista como una liberación de sus estómagos y marcharon a las afueras de la muralla a por comida. Tras la toma católica de la ciudad, la Iglesia declaró a San Acisclo Patrón y mártir de Córdoba. Sin embargo, el pueblo prefirió honrar como santo oficioso a San Rafael. El arcángel sincrético. Y por eso cada año los cordobeses conmemoran su presagio saliendo de perol, simulando inconscientemente la pascua del cordero, como si acabase de terminar un sitio de siglos.
El mihrab de muchas mezquitas andalusíes no está en qibla. No apunta a la Meca. Suele estar orientado hacia oriente. Hacia la salida del sol. Como enseña Cossío para las plazas de toros. Sin embargo, el mihrab de la Mezquita de Córdoba apunta al sur. Y en la perpendicular se ubica el altar de la Catedral cristiana que okupa sus tripas. Ambos monumentos marcan la ordenada y la abscisa del eje axial para el creyente ecuménico. Apuntan al ombligo sentimental del paradigma andalusí. Y una manada de ciegos sigue sin darse cuenta.
22 jul 2009
Os invito a mi próximo concierto con el grupo Anlage de Música y Danza en...
PURCHENA (Almería). ESPAÑA.
PROGRAMA:
Viernes 24 de Julio de 2009. PRIMERA JORNADA
Llegada de los moriscos de Aben Humeya al Valle .
18:30.– Apertura del Recinto (edición celebrada íntegramente en el Campo de Fútbol).
20:00.– Apertura del Zoco Artesanal y Gastronómico
21:30.– Inauguración Oficial:- Desfile de las Tropas por las calles de Purchena acompañadopor el grupo de animación SANTUKA. -Izado de banderas.
22:00.– Espectáculo de inauguración a cargo del Grupo de Danza Árabe Saidi Berschan. Espectáculo de fuegos artificiales.
22:30.– Escenificación de la Primera Jornada
22:50.– Competiciones Deportivas: -Carreras de Cintas a la Morisca. -Carrera de Velocidad. -Carrera de la Media legua
00.00h.– Noches Musicales de los Juegos. ANLAGE: Música y Danza, con la participación de KAMAL AL-NAWAWI.
Madraza Cultural
ITINERARIO HISTÓRICO NOCTURNO: todas las jornadas, en horario de tarde, visita guiada a Exposición Arqueológica, Iglesia de Purchena y Torre del Agua. Lugar de encuentro: Puerta del Recinto. Inscripciones en info@juegosmoriscos.org Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
ZOCO RECREATIVO INFANTIL: Durante los Juegos Moriscos, del 24 al 26 de julio estará a disposición de quien lo solicite el zoco infantil donde los padres/madres podrán dejar con toda confianza a sus hijos/as durante su estancia.
ACTIVIDAD PARALELA:
Hermanamiento Cultural con la ciudad de Alhucemas. Durante los juegos se recibe a una delegación de la ciudad marroquí. En el mes de julio, una delegación y el grupo de baile de los Juegos participaron en la feria de Alhucemas.
Importante: la organización agradece uso de vestimenta morisca. La entrada al recinto es gratuita todos los días.
Sábado 25 de Julio de 2009. SEGUNDA JORNADA
Lucha entre Caracacha y el Maleh
19.00h.- Competiciones Deportivas. Tiro con Arco Senior
20:00.– Apertura del Zoco Artesanal y Gastronómico
21.30h.- Desfile de las Tropas. Escenificación de la Segunda Jornada.
22:00.- Competiciones Deportivas: Lanzamiento de peso.– 5º Memorial José Luís Martínez. Triple Salto. Lucha Morisca
00.00h.– Noches Musicales de los Juegos. DUNIA HENNIA. Música y Danza, con músicos de varias procedencias.
Domingo 26 de Julio de 2009. TERCERA Y ÚLTIMA JORNADA
La Alpujarra espera…el final se acerca
19.00.- Competiciones deportivas. Fase previa del lanzamiento de Cantos. Tiro con honda. Tiro con Arco
20:00.– Apertura del Zoco Artesanal y Gastronómico
21.00h.- Desfile de las tropas. Escenificación última jornada. Competiciones Deportivas: Sostenimiento de ladrillo. Actuación del Grupo de Danza Árabe Saidi Berschan, formado por más de 50 niñas de la comarca.
22:00.- Competiciones Deportivas: Levantamiento de la piedra "Burxana" de 70 kgs. de peso. Final del lanzamiento de cantos. Concurso de Cante y Danza. Sostenimiento de ladrillo. Entrega de premios
00.00h.– Clausura. Noches Musicales de los Juegos. AL TARAB: Música andalusí y flamenco.
Participación solidaria en concierto multicultural, con el "Trío Sufí".
Compuesto por Abdessalam Nayti, Alí Ghurabá y Kamal Al-Nawawi.
El 4 de julio Salobreña acogió un gran evento intercultural organizado por la mesa de trabajo de SOI. La nueva entidad denominada “Salobreña organización intercultural” (SOI) ha sido presentada en el Ayuntamiento de Salobreña, formada por instituciones, asociaciones, comunidades religiosas y educativas de todo tipo que nace con el objetivo fundamental de dar a conocer que la convivencia y el respeto entre las diferentes religiones, razas y personas es necesaria, desde el respeto y la tolerancia, constituyendo a Salobreña como ejemplo de que otro mundo es posible.
En este sentido, hace unos meses se constituyó una mesa de trabajo compuesta de personas de distintas culturas y religiones para trabajar por un objetivo común, en esta primera etapa, que es recaudar fondos para una unidad de fisioterapia en Palestina.
En el Parque de la Fuente, tuvo lugar una convivencia intercultural, un día de confraternización entre los distintos pueblos que habitan Salobreña con danzas, comida, música, cine, exposiciones, talleres, etc.
A todo ello se le suma promocionar a la Provincia de Granada y particularmente a la Villa de Salobreña como modelo de convivencia entre culturas y religiones, haciendo de este pueblo un lugar de encuentro y de debate, un jardín del pensamiento y de la comunicación intercultural.
Objetivos:
• Participar activamente en proyectos humanitarios.
• Participar activamente en proyectos de desarrollo y de cooperación.
• Promocionar y Fomentar la creación artística y literaria.
• Promocionar a la Provincia de Granada y particularmente a la villa de Salobreña como modelo universal de convivencia entre culturas y religiones, hacer de la zona un lugar de encuentro y de debate, un jardín del pensamiento y de la comunicación intercultural.
• Participar activamente en el desarrollo sostenible de la provincia a través de la formulación de propuestas y de proyectos sostenibles, la organización de jornadas y de seminarios, de encuentros entre especialistas y profesionales.
• Adquirir una Unidad de Fisioterapia en Gaza (Palestina).
Las condiciones humanitarias dramáticas en la franja de Gaza que alcanzaron límites intolerables como consecuencia del embargo y de los últimos bombardeos hacen que la vida de miles de civiles se convierta en un infernal calvario diario.
Todas las personalidades que visitaron últimamente la zona, afirmaron que el mundo no puede permanecer con los brazos cruzados frente a tal situación; que hay que actuar, ayudando, reclamando paz y amor, rezando, cantando, pintando, recaudando fondos, o llamando al sentido común de los gobernantes.
Palestina es un lugar sagrado y querido por toda la Humanidad. Es un elemento clave para el nuevo mundo que queremos para nosotros y para nuestros, hijos e hijas. Un mundo diverso, tolerante que asegura una vida digna, y donde cabemos todos y todas.
El 4 de julio Salobreña acogió un gran evento intercultural organizado por la mesa de trabajo de SOI. La nueva entidad denominada “Salobreña organización intercultural” (SOI) ha sido presentada en el Ayuntamiento de Salobreña, formada por instituciones, asociaciones, comunidades religiosas y educativas de todo tipo que nace con el objetivo fundamental de dar a conocer que la convivencia y el respeto entre las diferentes religiones, razas y personas es necesaria, desde el respeto y la tolerancia, constituyendo a Salobreña como ejemplo de que otro mundo es posible.
En este sentido, hace unos meses se constituyó una mesa de trabajo compuesta de personas de distintas culturas y religiones para trabajar por un objetivo común, en esta primera etapa, que es recaudar fondos para una unidad de fisioterapia en Palestina.
En el Parque de la Fuente, tuvo lugar una convivencia intercultural, un día de confraternización entre los distintos pueblos que habitan Salobreña con danzas, comida, música, cine, exposiciones, talleres, etc.
A todo ello se le suma promocionar a la Provincia de Granada y particularmente a la Villa de Salobreña como modelo de convivencia entre culturas y religiones, haciendo de este pueblo un lugar de encuentro y de debate, un jardín del pensamiento y de la comunicación intercultural.
Objetivos:
• Participar activamente en proyectos humanitarios.
• Participar activamente en proyectos de desarrollo y de cooperación.
• Promocionar y Fomentar la creación artística y literaria.
• Promocionar a la Provincia de Granada y particularmente a la villa de Salobreña como modelo universal de convivencia entre culturas y religiones, hacer de la zona un lugar de encuentro y de debate, un jardín del pensamiento y de la comunicación intercultural.
• Participar activamente en el desarrollo sostenible de la provincia a través de la formulación de propuestas y de proyectos sostenibles, la organización de jornadas y de seminarios, de encuentros entre especialistas y profesionales.
• Adquirir una Unidad de Fisioterapia en Gaza (Palestina).
Las condiciones humanitarias dramáticas en la franja de Gaza que alcanzaron límites intolerables como consecuencia del embargo y de los últimos bombardeos hacen que la vida de miles de civiles se convierta en un infernal calvario diario.
Todas las personalidades que visitaron últimamente la zona, afirmaron que el mundo no puede permanecer con los brazos cruzados frente a tal situación; que hay que actuar, ayudando, reclamando paz y amor, rezando, cantando, pintando, recaudando fondos, o llamando al sentido común de los gobernantes.
Palestina es un lugar sagrado y querido por toda la Humanidad. Es un elemento clave para el nuevo mundo que queremos para nosotros y para nuestros, hijos e hijas. Un mundo diverso, tolerante que asegura una vida digna, y donde cabemos todos y todas.
18 jul 2009
Con motivo del Cuatricentenario de la Expulsión de los Moriscos y mi asistencia a seminarios y conferencias en CASA ÁRABE de Madrid. MARCO HISTÓRICO:
La primera década del siglo XVII fue un tiempo convulso en la monarquía española. Las recientes derrotas en Flandes fueron un duro golpe tanto a nivel interno como cara al exterior. Tras la tregua con los protestantes de los Países Bajos, España necesitaba ofrecer una victoria aunque fuera simbólica y se eligió un enemigo común de la cristiandad: el islam.
Durante el año 1609 fueron expulsadas de España más de 300.000 personas. La razón, el simple hecho de ser identificados como moriscos, es decir españoles descendientes de musulmanes que habían sido obligados a convertirse al cristianismo.
Los moriscos, en su mayoría eran artesanos y agricultores al servicio de los grandes propietarios feudales. Su expulsión significó el empobrecimiento de muchas zonas de España, el hundimiento de la agricultura de secano y otras pérdidas económicas. También existía una sociedad morisca ilustrada y rica, cuyos miembros fueron igualmente expulsados y obligados a costear los gastos de los moriscos pobres.
La orden de expulsión fue firmada por el rey Felipe III, a propuesta de su valido el Duque de Lerma. La medida se fue aplicando progresivamente en los diferentes reinos de la Península, y su intención no era otra que extirpar todo rastro que no fuera la fe cristiana, a pesar de que los moriscos, o cristianos nuevos, eran tan naturales de España como los que los expulsaron. La sociedad se dividió ante el suceso, pero el uso de una propaganda anti-morisca caló profundamente. Aun así, hubo moriscos que lograron eludir la expulsión y otros que volvieron a España años más tarde.
MORISCOS, 1609-2009
La expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII es un episodio trascendental en la historia de España. En 1609 el rey Felipe III firmó el decreto de expulsión de todos aquellos españoles conocidos como moriscos. Descendientes de los andalusíes musulmanes que los Reyes Católicos forzaron a la conversión cristiana para poder seguir viviendo en su país, esta minoría fue siempre vista con sospecha y definida como “inasimilable”. Los moriscos se consideraban españoles en un sentido amplio y profundo, pero la sociedad hizo de ellos una minoría marginada y perseguida porque se dudaba de su fidelidad hispana y sinceridad cristiana. La pervivencia de costumbres, tradiciones, modos lingüísticos y una literatura aljamiada (castellano escrito con grafía árabe), en lugar de considerarse como uno más de los ricos regionalismos culturales existentes en los diversos reinos españoles, se valoró como la expresión de una “quinta columna” amenazadora y extraña a una españolidad liderada por un aparato represor religioso inquisitorial. La expulsión no fue un hecho exigido por la dinámica interna de nuestra historia, ni ocurrido por ninguna presunta fatalidad histórica, fue un acto de odio civilizacional y religioso, liderado por la propia esposa del monarca, Margarita de Austria, algunos consejeros del rey que les consideraban un peligro militar y para la seguridad, por los fanáticos de la pureza de sangre y por ciertas personalidades eclesiásticas, como el arzobispo de Valencia Juan de Ribera (si bien el Papa, Paulo V, no aprobó la expulsión y aconsejó que se continuase su catequización).
Entre las exageraciones de la escuela minimalista y maximalista, la opinión historiográfica más consensuada habla de 300.000 expulsados, más unos diez o doce mil muertos en el proceso de destierro, lo que equivalió a un 4% de la población total. Este porcentaje tenía, además, un gran valor cualitativo porque en su mayoría constituía una muy trabajadora población activa que dominaba como ninguna otra las artes agrícolas, el uso del agua y aportaba importantes dividendos a las arcas estatales y de los nobles terratenientes. De ahí que las consecuencias demográficas y económicas de su expulsión fueron graves y en algunos casos catastróficas (como en los reinos de Valencia y Aragón donde constituían la tercera y sexta parte de la población respectivamente), y en general una pérdida sustancial de vitalidad económica y demográfica para España. Fue, sin duda, un factor de peso, aunque no el único, en la aguda recesión española del siglo XVII. Esta preocupación material y práctica, junto a otras circunstancias de tipo humanitario, motivó resistencias y desacuerdos con la decisión de la expulsión, dándose intentos de evitarla o no cumplirla.
Calcular cuantos se quedaron, o incluso volvieron clandestinamente tras la expulsión, ha sido muy difícil de evaluar. No obstante existen fuentes documentales suficientes para considerar que el componente morisco no desapareció en España a consecuencia de la expulsión.
Los moriscos españoles se desperdigaron por el Mediterráneo, e incluso por Africa subsahariana (como Yuder Pachá, originario de Almería, y cuya influencia política y cultural llegó hasta Tombuctú) y el continente americano, pero donde sin duda se instaló la mayor parte fue en la costa magrebí (Marruecos, Argelia y Túnez). Allí llevaron su rico componente cultural español, su sabiduría agrícola y ganadera, su patrimonio artístico, sus apellidos hispanos, y sus huellas quedan hasta hoy día visibles. Sin embargo, su adaptación no fue fácil. El desarraigo y las dificultades para acostumbrarse a un mundo muy distinto del que venían les llevó tiempo y esfuerzo. Y no siempre fueron bien recibidos. Ellos eran españoles, y su lengua, costumbres, modo de vida e incluso práctica religiosa (unos se habían convertido en verdaderos cristianos y los que habían conservado secretamente su vínculo con la fe islámica la practicaban de manera más simple o imperfecta) distaban mucho del medio norteafricano al que llegaban deportados.
Esta experiencia de intolerancia, fanatismo y racismo sociocultural y religioso está muy escasamente presente en la memoria colectiva e histórica de la España actual. Junto a la de los judíos, esta es la otra expulsión (cuantitativamente mucho mayor) menos conocida, publicitada y denunciada como algo que nunca deberá volver a ocurrir. En este año, 2009, se cumple su IV centenario y ha de ser la ocasión para crear una nueva conciencia y sensibilidad sobre esas otras oscuras páginas de nuestro pasado. Como decía recientemente el escritor José Manuel Fajardo “el Cuarto Centenario de la expulsión de los moriscos debería jugar el mismo papel que desempeñó en 1992 la conmemoración de la expulsión de los judíos: una ocasión para reconciliar a la sociedad española con su propia Historia” (El País, 2 de enero de 2009). Y más aún cuando en los momentos actuales se experimenta un proceso creciente de islamofobia en las sociedades occidentales, que a su vez está alimentando el anti-occidentalismo musulmán. Nuestros moriscos, y su tragedia, pueden aún rendir un inapreciable servicio simbólico a favor de la reconciliación.
Por todo ello Casa Árabe ha querido contribuir a ese reencuentro con la historia, a esa recuperación de la memoria contra la intolerancia y para el aprendizaje del valor de la interculturalidad, llevando a cabo un proyecto de gran divulgación social con la producción de un documental-ficción que narra aquel trágico acontecimiento, y que su difusión televisiva y cinematográfica sirva para tomar ampliamente conciencia de lo que ocurrió en el pasado y su necesaria lectura actual.
Gema Martín Muñoz
Directora general de Casa Árabe.
Durante el año 1609 fueron expulsadas de España más de 300.000 personas. La razón, el simple hecho de ser identificados como moriscos, es decir españoles descendientes de musulmanes que habían sido obligados a convertirse al cristianismo.
Los moriscos, en su mayoría eran artesanos y agricultores al servicio de los grandes propietarios feudales. Su expulsión significó el empobrecimiento de muchas zonas de España, el hundimiento de la agricultura de secano y otras pérdidas económicas. También existía una sociedad morisca ilustrada y rica, cuyos miembros fueron igualmente expulsados y obligados a costear los gastos de los moriscos pobres.
La orden de expulsión fue firmada por el rey Felipe III, a propuesta de su valido el Duque de Lerma. La medida se fue aplicando progresivamente en los diferentes reinos de la Península, y su intención no era otra que extirpar todo rastro que no fuera la fe cristiana, a pesar de que los moriscos, o cristianos nuevos, eran tan naturales de España como los que los expulsaron. La sociedad se dividió ante el suceso, pero el uso de una propaganda anti-morisca caló profundamente. Aun así, hubo moriscos que lograron eludir la expulsión y otros que volvieron a España años más tarde.
MORISCOS, 1609-2009
La expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII es un episodio trascendental en la historia de España. En 1609 el rey Felipe III firmó el decreto de expulsión de todos aquellos españoles conocidos como moriscos. Descendientes de los andalusíes musulmanes que los Reyes Católicos forzaron a la conversión cristiana para poder seguir viviendo en su país, esta minoría fue siempre vista con sospecha y definida como “inasimilable”. Los moriscos se consideraban españoles en un sentido amplio y profundo, pero la sociedad hizo de ellos una minoría marginada y perseguida porque se dudaba de su fidelidad hispana y sinceridad cristiana. La pervivencia de costumbres, tradiciones, modos lingüísticos y una literatura aljamiada (castellano escrito con grafía árabe), en lugar de considerarse como uno más de los ricos regionalismos culturales existentes en los diversos reinos españoles, se valoró como la expresión de una “quinta columna” amenazadora y extraña a una españolidad liderada por un aparato represor religioso inquisitorial. La expulsión no fue un hecho exigido por la dinámica interna de nuestra historia, ni ocurrido por ninguna presunta fatalidad histórica, fue un acto de odio civilizacional y religioso, liderado por la propia esposa del monarca, Margarita de Austria, algunos consejeros del rey que les consideraban un peligro militar y para la seguridad, por los fanáticos de la pureza de sangre y por ciertas personalidades eclesiásticas, como el arzobispo de Valencia Juan de Ribera (si bien el Papa, Paulo V, no aprobó la expulsión y aconsejó que se continuase su catequización).
Entre las exageraciones de la escuela minimalista y maximalista, la opinión historiográfica más consensuada habla de 300.000 expulsados, más unos diez o doce mil muertos en el proceso de destierro, lo que equivalió a un 4% de la población total. Este porcentaje tenía, además, un gran valor cualitativo porque en su mayoría constituía una muy trabajadora población activa que dominaba como ninguna otra las artes agrícolas, el uso del agua y aportaba importantes dividendos a las arcas estatales y de los nobles terratenientes. De ahí que las consecuencias demográficas y económicas de su expulsión fueron graves y en algunos casos catastróficas (como en los reinos de Valencia y Aragón donde constituían la tercera y sexta parte de la población respectivamente), y en general una pérdida sustancial de vitalidad económica y demográfica para España. Fue, sin duda, un factor de peso, aunque no el único, en la aguda recesión española del siglo XVII. Esta preocupación material y práctica, junto a otras circunstancias de tipo humanitario, motivó resistencias y desacuerdos con la decisión de la expulsión, dándose intentos de evitarla o no cumplirla.
Calcular cuantos se quedaron, o incluso volvieron clandestinamente tras la expulsión, ha sido muy difícil de evaluar. No obstante existen fuentes documentales suficientes para considerar que el componente morisco no desapareció en España a consecuencia de la expulsión.
Los moriscos españoles se desperdigaron por el Mediterráneo, e incluso por Africa subsahariana (como Yuder Pachá, originario de Almería, y cuya influencia política y cultural llegó hasta Tombuctú) y el continente americano, pero donde sin duda se instaló la mayor parte fue en la costa magrebí (Marruecos, Argelia y Túnez). Allí llevaron su rico componente cultural español, su sabiduría agrícola y ganadera, su patrimonio artístico, sus apellidos hispanos, y sus huellas quedan hasta hoy día visibles. Sin embargo, su adaptación no fue fácil. El desarraigo y las dificultades para acostumbrarse a un mundo muy distinto del que venían les llevó tiempo y esfuerzo. Y no siempre fueron bien recibidos. Ellos eran españoles, y su lengua, costumbres, modo de vida e incluso práctica religiosa (unos se habían convertido en verdaderos cristianos y los que habían conservado secretamente su vínculo con la fe islámica la practicaban de manera más simple o imperfecta) distaban mucho del medio norteafricano al que llegaban deportados.
Esta experiencia de intolerancia, fanatismo y racismo sociocultural y religioso está muy escasamente presente en la memoria colectiva e histórica de la España actual. Junto a la de los judíos, esta es la otra expulsión (cuantitativamente mucho mayor) menos conocida, publicitada y denunciada como algo que nunca deberá volver a ocurrir. En este año, 2009, se cumple su IV centenario y ha de ser la ocasión para crear una nueva conciencia y sensibilidad sobre esas otras oscuras páginas de nuestro pasado. Como decía recientemente el escritor José Manuel Fajardo “el Cuarto Centenario de la expulsión de los moriscos debería jugar el mismo papel que desempeñó en 1992 la conmemoración de la expulsión de los judíos: una ocasión para reconciliar a la sociedad española con su propia Historia” (El País, 2 de enero de 2009). Y más aún cuando en los momentos actuales se experimenta un proceso creciente de islamofobia en las sociedades occidentales, que a su vez está alimentando el anti-occidentalismo musulmán. Nuestros moriscos, y su tragedia, pueden aún rendir un inapreciable servicio simbólico a favor de la reconciliación.
Por todo ello Casa Árabe ha querido contribuir a ese reencuentro con la historia, a esa recuperación de la memoria contra la intolerancia y para el aprendizaje del valor de la interculturalidad, llevando a cabo un proyecto de gran divulgación social con la producción de un documental-ficción que narra aquel trágico acontecimiento, y que su difusión televisiva y cinematográfica sirva para tomar ampliamente conciencia de lo que ocurrió en el pasado y su necesaria lectura actual.
Gema Martín Muñoz
Directora general de Casa Árabe.
16 jul 2009
LA DANZA SUFÍ
En un baile relacionado directamente con el movimiento giratorio de los planetas y la conexión con Dios, los derviches enlazan un giro tras otro en un espectáculo muy popular hoy en día en El Cairo, que aúna el misticismo y el folclore.
El público cairota puede disfrutar dos veces por semana en el parque de Al Azhar de esta danza sufí de origen turco, conocida como "tanura", que en el país de los faraones adquiere una impronta particular llena de alegría y color.
El término "tanura", que en árabe clásico significa "falda", hace referencia originariamente a la vestimenta de los derviches, pero en Egipto "esta acepción se extiende al baile para distinguirlo del turco", según Ahmed Nour, fundador del grupo "Los derviches de El Cairo".
En una entrevista con Efe, Nour asegura que "a los egipcios les gustó la danza (turca) pero no querían aceptarla tal cual", por lo que decidieron ejecutar un baile "más difícil y alegre".
"Los turcos -continúa- llevan una chilaba y una falda más ligera, y aquí usamos tres faldas, una doble y otra sencilla", un conjunto de telas que puede llegar a pesar trece kilos.
La danza sufí consiste esencialmente en girar sobre el propio eje y a través de este movimiento los bailarines alternan estados de conciencia y de éxtasis místico, mientras que su alma se desprende de las ataduras terrenales hasta acceder al reino de Dios.
A Egipto, esta tradición y el sufismo, corriente mística del Islam, llegaron con la conquista otomana y permanecen arraigadas en las costumbres populares y son una parte fundamental de los "maulid" o fiestas de los santones.
Mientras que en la danza sufí turca los bailarines se colocan formando una media luna y una estrella -el símbolo del Islam-, en la versión egipcia se representa el universo.
"El bailarín principal es el sol y los demás representan a los planetas, como si fueran el sistema solar", explica Nour, que formó su grupo de derviches en el año 2001 y que ha presentado el espectáculo en varias ciudades españolas, como Madrid y Málaga.
Este cambio respecto al original turco se debe a que para los sufíes egipcios "los giros del universo son rezos para Dios", por lo que "los bailarines tienen que girar para que sus rezos lleguen a Dios", apunta.
Se trata de una serie de giros que abruman al espectador por su rapidez y larga duración, pero que los artistas no sienten como una hazaña, ya que para ellos lo que gira no es el cuerpo sino el espíritu.
Esta sensación la transmite el sufí Mohamed Garib, bailarín principal del grupo "Los derviches de El Cairo", quien asegura a Efe que cuando baila siente su espíritu, y que lo más difícil durante el espectáculo es el comienzo, hasta que se olvida de los espectadores y se concentra en el baile.
La falda o "tanura" es el elemento principal de esta tradición ya que representa, según Nour, el espíritu: "Cuando uno reza el espíritu se eleva y al bailar se eleva la falda", añade.
Otra teoría acerca de la importancia de esta prenda es que simboliza las cosas malas de las que el ser humano debe deshacerse, y por ello durante el espectáculo los derviches se van quitando una a una las distintas "tanuras" de colores.
En El Cairo la actuación, que consta de tres partes, comienza con la denominada "tahmila musical", durante la cual los intérpretes demuestran su habilidad con la rababa, el mizmar y el sagat (parecido a las castañuelas), entre otros instrumentos tradicionales.
Después de los solos musicales entran los bailarines con sus pesadas faldas de colores para representar con su danza el sistema solar y dar paso, a continuación, a un baile más moderno en el que todos son protagonistas del espectáculo.
Y giro tras giro, en medio de su trance, los derviches, que transmiten este baile de generación en generación, parecen alcanzar un clímax místico en el momento en el que, ajenos al folclore exterior, entran con sus plegarias en contacto con Dios.
El público cairota puede disfrutar dos veces por semana en el parque de Al Azhar de esta danza sufí de origen turco, conocida como "tanura", que en el país de los faraones adquiere una impronta particular llena de alegría y color.
El término "tanura", que en árabe clásico significa "falda", hace referencia originariamente a la vestimenta de los derviches, pero en Egipto "esta acepción se extiende al baile para distinguirlo del turco", según Ahmed Nour, fundador del grupo "Los derviches de El Cairo".
En una entrevista con Efe, Nour asegura que "a los egipcios les gustó la danza (turca) pero no querían aceptarla tal cual", por lo que decidieron ejecutar un baile "más difícil y alegre".
"Los turcos -continúa- llevan una chilaba y una falda más ligera, y aquí usamos tres faldas, una doble y otra sencilla", un conjunto de telas que puede llegar a pesar trece kilos.
La danza sufí consiste esencialmente en girar sobre el propio eje y a través de este movimiento los bailarines alternan estados de conciencia y de éxtasis místico, mientras que su alma se desprende de las ataduras terrenales hasta acceder al reino de Dios.
A Egipto, esta tradición y el sufismo, corriente mística del Islam, llegaron con la conquista otomana y permanecen arraigadas en las costumbres populares y son una parte fundamental de los "maulid" o fiestas de los santones.
Mientras que en la danza sufí turca los bailarines se colocan formando una media luna y una estrella -el símbolo del Islam-, en la versión egipcia se representa el universo.
"El bailarín principal es el sol y los demás representan a los planetas, como si fueran el sistema solar", explica Nour, que formó su grupo de derviches en el año 2001 y que ha presentado el espectáculo en varias ciudades españolas, como Madrid y Málaga.
Este cambio respecto al original turco se debe a que para los sufíes egipcios "los giros del universo son rezos para Dios", por lo que "los bailarines tienen que girar para que sus rezos lleguen a Dios", apunta.
Se trata de una serie de giros que abruman al espectador por su rapidez y larga duración, pero que los artistas no sienten como una hazaña, ya que para ellos lo que gira no es el cuerpo sino el espíritu.
Esta sensación la transmite el sufí Mohamed Garib, bailarín principal del grupo "Los derviches de El Cairo", quien asegura a Efe que cuando baila siente su espíritu, y que lo más difícil durante el espectáculo es el comienzo, hasta que se olvida de los espectadores y se concentra en el baile.
La falda o "tanura" es el elemento principal de esta tradición ya que representa, según Nour, el espíritu: "Cuando uno reza el espíritu se eleva y al bailar se eleva la falda", añade.
Otra teoría acerca de la importancia de esta prenda es que simboliza las cosas malas de las que el ser humano debe deshacerse, y por ello durante el espectáculo los derviches se van quitando una a una las distintas "tanuras" de colores.
En El Cairo la actuación, que consta de tres partes, comienza con la denominada "tahmila musical", durante la cual los intérpretes demuestran su habilidad con la rababa, el mizmar y el sagat (parecido a las castañuelas), entre otros instrumentos tradicionales.
Después de los solos musicales entran los bailarines con sus pesadas faldas de colores para representar con su danza el sistema solar y dar paso, a continuación, a un baile más moderno en el que todos son protagonistas del espectáculo.
Y giro tras giro, en medio de su trance, los derviches, que transmiten este baile de generación en generación, parecen alcanzar un clímax místico en el momento en el que, ajenos al folclore exterior, entran con sus plegarias en contacto con Dios.
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Os estamos haciendo llegar de nuevo el programa de la 3ª edición del Curso-encuentro para jesuitas y laicos de la familia ignaciana "La fe que hace justicia, la justicia que busca a Dios" a celebrar en El Puerto de Sta. Mª los días 16 a 19 de julio, y organizado desde el sector de apostolado social de la Provincia.
Como en ediciones anteriores y con el carácter de retiro que favorece la casa de El Puerto, el Encuentro pretende ser un espacio de profundización reflexivo-teológica y, a la vez, orante-espiritual, específicamente centrado en el eje fe-justicia-cultura-dialogo interreligioso. Asimismo busca como objetivo la convivencia y el intercambio entre jesuitas y laicos del sector de Apostolado Social de nuestra Provincia, pero también de diferentes lugares de España. Este año el tema transversal que nos convocará será, siguiendo a la Congregación General 35, “Espiritualidad y Vida en las fronteras”.
Sólo nos queda, como siempre, rogaros que hagáis extensible esta información y animéis a la participación a aquellas personas que consideréis pueden estar interesadas en estas oferta.
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de la Asociación " Iniciativa Cambio Personal, Justicia Global" y "Casa de las Culturas"
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